Hace algo más de dos meses que toda Europa quedó totalmente consternada. Las imágenes de los telediarios y los periódicos impresos y digitales planteaban un escenario incierto, marcado por el horror, la incertidumbre y el miedo: la guerra había estallado.

Aunque la realidad es que nadie pensó que algo así pudiera ocurrir en nuestro continente y en un país tan cercano y tan parecido al nuestro, la historia demostró una vez más que los seres humanos no aprendemos de los errores y que a veces, dejamos la resolución de los problemas a nuestros instintos más básicos.

Aunque puede parecer una afirmación muy inspiracional, lo positivo de esta situación es que toda Europa se comprometió con la causa y se unió para ayudar al pueblo ucraniano. La forma de actuar fue rapidísima y, en cuanto se conoció la terrible situación que se había detonado, las redes sociales, los particulares, las empresas internacionales e incluso los comercios pequeños, pusieron todo de su parte para conseguir reunir materiales y fuerzas con este país que tanto necesitaba nuestro apoyo.

La capital se llenó de puntos de recogida de material sanitario, comida, ropa y demás útiles que, aunque para nosotros sean algo básico, podían ayudar muchísimo a estas personas que se habían visto a huir de su país para refugiarse de la guerra.

Suena bastante paradójico que, al igual que nosotros, seguramente la única preocupación que tenían muchos de ellos antes de que estallara la guerra era conseguir un mejor trabajo, sacar buenas notas en la universidad o en el colegio y otros problemas banales. Ahora, su única prioridad son sus seres queridos y el futuro de su país.

Desde la creación de la primera escuela de AIL Madrid, los valores estaban muy claros: respeto, generosidad y compañerismo. Por eso, en cuanto supimos de la situación del pueblo de Ucrania, nos pusimos manos a la obra para poner nuestro granito de arena.

Como escuela de idiomas, sabemos la gran importancia que tiene conocer la lengua del país en el que resides. Desde conseguir una entrevista de trabajo, comunicarte con los locales y conseguir una integración social, hasta algo tan básico como puede ser hacer la compra en el supermercado. Por eso, hemos ofrecido un curso de español nocturno para eliminar la barrera lingüística y ayudarles en su día a día en la ciudad.

Hoy, tras todo este tiempo de clases de español, nos hemos reunido algunos miembros del equipo con estos valientes, que se han esforzado como nadie para aprender español y conseguir avanzar. Nos han contado entre risas que ahora ya no escuchan otra cosa que no sea música en español, que apuntan cada palabra que escuchan en una canción para conocer su significado y que se sienten parte de la escuela y de España.

La verdad es que la emoción que hemos sentido hoy es inexplicable y, creo que hablo en nombre de todos, cuando digo que a veces necesitamos conocer la cruda realidad de cerca para darnos cuenta de que lo verdaderamente importante es la salud, la felicidad y la paz.

La esperanza que nos queda, es que esta guerra termine pronto y que volvamos a la normalidad que tanto ansiamos.

¿Qué te parece nuestra propuesta? ¿Te has sumado a alguna de las campañas a Ucrania?

Sé que este blog ha sido diferente, pero a veces, es necesario romper el molde y dar a conocer una realidad que tenemos tan cerca.

¡Hasta la próxima!

María